El método
Actualmente, la tartamudez está clasificada por el DSMV como un trastorno de la fluidez del lenguaje que surge en la infancia. Sin embargo, esta definición tiende a subestimar el aspecto más íntimo y profundo del portador del síntoma: las sensaciones que un tartamudo experimenta con respecto a su propio malestar.
La tartamudez no es únicamente la mueca que a veces se apodera de nuestro labios en el momento del bloqueo, ni el enrojecimiento o la vergüenza que experimentamos en ciertas ocasiones; la tartamudez comienza mucho antes, cuando empezamos a pensar en qué letras o qué palabras no nos saldrán, o bien en las situaciones que no seremos capaces de afrontar.
Esa sensación de incertidumbre, que a veces conseguimos enmascarar a los demás nos acompaña y no nos abandona, pero, al mismo tiempo, nos da la fuerza necesaria para actuar e ir en busca de una solución. Sin embargo, hay veces en las que, desafortunadamente, esta solución no se encuentra y, por lo tanto, recaemos en el bloqueo o incluso preferimos permanecer en total silencio. Este silencio también puede ser indicador de nuestra dificultad y, el hecho de que los demás no se hayan dado cuenta, no significa que la tartamudez no se haya manifestado.
El método
El curso se basa en la adquisición de una técnica de dicción para tratar la tartamudez que permite no alcanzar el bloqueo, ya que este ni siquiera se concibe dándonos la libertad de poder decir exactamente aquello que hemos pensado, cuando lo hemos pensado, como lo hemos pensado, para cualquier nivel de ansiedad.
Desde siempre, las técnicas y los métodos para curar la tartamudez se han ocupado de la manifestación del problema, tratando de intervenir en el flujo de la respiración, en los espasmos musculares, en los movimientos de la boca, en los sonidos emitidos. En resumen, siempre se han centrado en la palabra en sí y han desatendido el pensamiento y la construcción de las frases.
Al tratar de analizar el pensamiento de los tartamudos, uno se da cuenta de que, mientras habla, una parte de la atención se dedica a pensar en qué decir, es decir, en la frase. La otra parte de nuestra atención se concentra en cómo decirlo y aquí, en este tiempo el miedo de poder tartamudear acciona el mecanismo por lo cual empezamos a buscar los posibles bloqueos y los artificios necesarios para poderlos superar.
Parece raro, pero es exactamente así. Como tartamudos pensamos en los bloqueos un instante antes respecto a la producción de nuestra habla. Ya sabemos con adelantado si y cuando nos vamos a bloquear y es por esto por lo que en el tiempo hemos adquirido el utilizo de sinónimos y rodeos para eludir el bloqueo percibido.
¿Como eliminar la percepción de los bloqueos?
¡Mediante el uso de los ejercicios! Antes sustituyendo los bloqueos con los ejercicios y cuando la técnica será completamente adquirida pensando simplemente en lo que querremos decir exactamente como todos los normo hablantes, tal y como se explica en el gráfico.
¿Hablamos?
Para más información rellena el siguiente formulario y contactaremos contigo lo antes posible.