Arnau - Hablyo
1215
wp-singular,page-template,page-template-full_width,page-template-full_width-php,page,page-id-1215,page-child,parent-pageid-1175,wp-theme-bridge,bridge-core-3.0,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode_grid_1400,footer_responsive_adv,hide_top_bar_on_mobile_header,qode-content-sidebar-responsive,qode-theme-ver-28.4,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-6.7.0,vc_responsive
 

Arnau

Arnau – 20 años

El tema de la tartamudez con mis padres y mi familia nunca ha sido un tema tabú, pero sí que ha sido incómodo de hablar para mí, ya que es una cosa que yo considero un defecto mío y yo soy una persona que, cuando encuentra un mínimo defecto en las cosas, intenta reducirlo lo máximo posible. Ellos siempre me han ayudado mucho siempre que lo he necesitado, y es una cosa que les agradeceré toda mi vida.

 

En general, la tartamudez pienso que sí ha condicionado mi vida, no hasta el punto de no conseguir cosas que realmente quería lograr o condicionarme en mi forma de ser, pero sí que me ha condicionado en cosas que he querido hacer en momentos puntuales de mi vida, en el hecho de no poder expresarme tal y como quería en determinados momentos o en ser más o menos feliz, y esto último es lo que más me duele, ya que en los momentos en que he podido experimentar felicidad, que no han sido pocos, me he dado cuenta de que es una sensación maravillosa que todo el mundo debería sentir en algún momento de su vida.

 

Durante toda mi vida he ido a muchos psicólogos, logopedas, terapias, etc., pero nada ha conseguido que dejara de tartamudear. Sí que es verdad que todo me ha ayudado de cierta manera u otra, pero nada ha conseguido el resultado que yo esperaba. Creo que lo que yo buscaba era, como dice Savio, una pastillita que por arte de magia me hiciera dejar de tartamudear, pero me ha costado años entender que esto no existe. Como en todas las cosas de la vida, si algo quieres, tienes que trabajar duro para conseguirlo, y dejar de tartamudear no es una excepción. También pienso que toda la gente que tenga algún problema en el habla que no le permite llevar la vida como le gustaría desea de verdad arreglar la dificultad que sea que tenga para ser ‘libre’, por decirlo de alguna forma, y poder sentir lo que es la vida sin barreras mentales que te condicionan a la hora de hablar. Con todos los remedios que he probado, aún no he conseguido dejar de tartamudear al 100%, pero sí es cierto que de cada uno me he llevado algo que me ha ido ayudando durante el camino.

 

Y aquí es cuando entra en escena el curso de Savio. Cuando mis padres me dijeron que habían encontrado un curso de un logopeda italiano que era muy bueno, mi reacción fue la de: bueno, una terapia más, vamos a probar, sin ningún tipo de esperanza. Los primeros días me parecieron bastante extraños, ya que nos estaba enseñando ejercicios y unas técnicas que para mí en aquel entonces eran lo más raro que había probado nunca. Nos explicó que aquellas técnicas y ejercicios conformaban un nuevo lenguaje que nos permitiría dejar de tartamudear; yo no terminaba de creerlo. Poco a poco fui adquiriendo soltura hablando con los ejercicios y cada vez dominaba más el lenguaje. Me di cuenta de que eso que nos contaba Savio al principio del curso era verdad, que con ese lenguaje no íbamos a tartamudear. Cuando me di cuenta de que hablando de esa forma no percibía bloqueos y podía hablar con fluidez, me cambió la forma de ver la vida. Veía que realmente sí que había una forma de superar ese problema, por fin me creía que sí que se podía.

 

A diferencia de todas las otras terapias que primero me decían que sí que podía superarlo, y después que tenía que dedicarle tiempo, el método de Savio te demuestra por tu propia experiencia que sí que hay una solución y que es posible conseguirlo, ya que tú experimentas poco a poco en primera persona lo que es hablar sin bloqueos, como una persona normal. Pero como todo en la vida, hay que dedicarle tiempo y esfuerzo para conseguir resultados. Al final, aprender este nuevo lenguaje es como aprender un nuevo idioma: nadie nace sabiendo hablar ruso, por ejemplo. Si quieres hablar ruso tendrás que estudiar, practicar, hablar, y llegará un punto en el que lo hablarás sin apenas esfuerzo. Pues aprender este lenguaje es exactamente lo mismo. Primero, está bien empezar practicando con personas cercanas, como puede ser tu familia y más adelante te puedes atrever con amigos y poco a poco debes ir afrontando situaciones de la vida en las que veas dificultad. Cada vez que superes alguna de estas situaciones, te sentirás orgulloso contigo mismo y tendrás ganas de afrontar cada vez más situaciones y más complicadas, y esto no lo digo yo porque me lo hay dicho Savio, lo digo yo por mi propia experiencia y porque la sensación que tienes cuando superas barreras es increíble. Llegados a este punto solo queda adoptar este nuevo lenguaje como tu propio lenguaje. Día a día irás hablando cada vez con menos bloqueos y tu mente cada vez será menos consciente de que puedes percibir bloques, lo que hará que cada vez percibas menos y menos. Como dice Savio, dejar de tartamudear se consigue no tartamudeando.

¿Hablamos?

Para más información rellena el siguiente formulario y contactaremos contigo lo antes posible.