Javier
Soy Javier G., tengo 22 años y mi experiencia con el curso ha sido mucho, muchísimo más positiva de lo que creía.
Siempre he tartamudeado y, desde que entré en la edad adulta, me he enfrentado con más valor a todos los problemas diarios a los que nos enfrentamos los tartamudos, disimulando mi tartamudez cuando no me encontraba fluido. Sin embargo, vivía sabiendo que tenía un problema interno que evadía, y de vez en cuando me daba de bruces con él cuando tenía una presentación o cuando tenía que intentar contar una historia con más de cinco personas en el grupo.
Siendo cada vez más maduro y consciente, decidí buscar un logopeda, no para dejar de tartamudear, sino para ser al menos capaz de hablar con cierta fluidez en situaciones de presión. Tras una entrevista con Savio, en la cual me aseguró que con el curso podría hablar con completa fluidez y superar la tartamudez, decidí que era un vendehumo y que su método era un fraude. Sin embargo, la semana gratuita que ofrecía el curso era demasiado tentadora como para no darle una oportunidad. Tras la semana gratuita y sin estar convencido del todo, decidí que era mejor arriesgarse y hacer el curso.
Tras terminar el curso y haciendo un análisis en frío, he podido llegar a algunas conclusiones. En primer lugar, el método no es una cura milagrosa, sino una forma de hablar nueva que hay que desarrollar y que aún sigo desarrollando. En segundo lugar, aún no he podido solucionar mi problema del todo, pero puedo decir que tengo las herramientas necesarias para poder hablar con fluidez y que, poco a poco, me voy enfrentando a más situaciones sin usar mis viejos trucos para disimular la tartamudez. En tercer lugar, me siento capaz de seguir mis metas sin que la tartamudez me limite.
Por todo ello, recomiendo realizar el curso a todo aquel que esté en mi situación.
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